lunes, mayo 15, 2006

Funámbula…

Domingo 14 de mayo de 2006 calle Corrientes, tarde soleada, suceder de recuerdos: Centro Cultural Ricardo Rojas.Corría aproximadamente el año 1995, cierre del taller, profesor, Gabo Correa ( con un parecido atrayente a Robert de Niro).Muestra en la sala Batato Barea, junto con Alejandra nos tocó hacer un fragmento de “Las sillas” de Eugene Ionesco. Teatro absurdo…Allí comenzó todo, o tal vez haya comenzado antes, tal vez siempre estuvo guardado en un lugar esperando salir a la luz.
Seguí el recorrido y en un puesto de revistas me encuentro con el numero aniversario de la Revista Funámbulos ( cultura desde el Teatro), 10 años.
Leyendo la Editorial que empieza empieza así…Crónica de un Funámbulo o sobre cómo sostener un sueño en difícil equilibrio sobre una soga a gran altura pero disfrutando del vértigo y del camino. Empiezo a asociar lo que representa el hecho teatral en mi vida. En aquellos años ( al igual que ahora) todo se estaba por descubrir , el teatro me gustó siempre, más que nada me gustaba actuar o lo que para mi era actuar en esos comienzos, una especie de representación de un texto escrito.
Con los años aprendería a improvisar, a crear desde otros lugares, a ver otro tipo de teatro, ese que está escondido, que investiga, que indaga.
Nunca antes hubiera imaginado el placer que siento hoy por la lectura, el teatro abrió sentidos y se siguen multiplicando constantemente.
Si vuelvo al momento en que comencé, uhhh, todavía recuerdo cuando buscaban gente para hacer El Proceso de Kafka en el teatro de la U.N.L.P, no pudía, el deber ser indicaba que tenía que trabajar y además estudiar.
La Facultad de Ciencias Económicas comenzó a agobiarme, de pronto un cartel salvador en la facultad vecina…humanidades. Escuela de teatro en el Coliseo Podestá. Comedia Musical. No, no es esto lo que quiero, no quiero estar con Pepito Cibrián , no canto bien. No importa seguiré buscando. Y así seguí, y fui descubriendo lo que tiene que ver más conmigo y no pude desprenderme más.
Lo más raro de todo o tal vez no ( como la salida de la Revista Funámbulos) es que este cambio empezaba a gestarse en plena década menemista. Aturdida por el consumo, decidí dejar mi futuro de contadora para adentrarme en mi futuro como actriz o mejor dicho como persona relacionada al teatro.
Tal vez deba parafrasear a Artaud y decir “ Para vivir necesito teatro y quiero que el teatro me circunde”.
Busco la definición de Funámbulo en el diccionario:
1.- Acróbata que realiza ejercicios sobre la cuerda floja o el alambre
2.- Persona que sabe actuar con habilidad especialmente en la vida social o política
.

No sé con cual de las dos quedarme. Quizá esta vez no tengo que elegir.